Tráfico
aplica curiosas limitaciones a conductores con problemas de salud.
Son los códigos numéricos en el reverso del carnet.
¿Alguna
vez se ha preguntado qué significan los números que aparecen en el
reverso del carnet de conducir? Son, en forma de códigos, la
principal herramienta de la Dirección General de Tráfico (DGT) para
aplicar limitaciones a los conductores con algún tipo de problema a
la hora de ponerse delante de un volante.
El
más habitual es el código 01, que indica la necesidad de usar algún
tipo de corrección para la vista, como gafas o lentillas.
Aproximadamente un 40% de la población con carnet tiene impresa esta
limitación. Pero el Reglamento General de Conductores establece más
de 120 limitaciones.
La
mayoría tienen que ver con obligaciones técnicas en los vehículos,
que sirven para paliar alguna deficiencia física: embragues
adaptados, retrovisores dobles, frenos en el volante... Pero otras
son realmente curiosas, y están dirigidas principalmente a la
población de mayor edad.
Desde
la DGT y los centros de reconocimiento médico, encargados de
establecer las limitaciones, llevan años trabajando para mejorar la
seguridad de los mayores de 65 años. La pérdida de capacidades
físicas y mentales relacionadas con la edad preocupa a las
autoridades.
El
suceso ocurrido en Pontevedra el pasado mes de marzo, en el que un
conductor de 87 años arrolló a un pelotón de ciclistas resultando
uno de ellos fallecido, reabrió el debate sobre los controles de
seguridad y salud a las personas más mayores que circulan por
carretera.
Para
ellos existen restricciones específicas. Por ejemplo, los centros
médicos pueden prohibir la conducción durante la noche (permitiendo
solo desde una hora después de amanecer hasta una antes de
anochecer). “Está indicada para aquellos conductores con problemas
de deslumbramiento y mala visibilidad nocturna”, señala Bonifacio
Martín, secretario general de la Asociación Española de Centros
Médico - Psicotécnicos (Asecemp).
De
igual manera, existe un código que establece el límite de alcohol
permitido para conducir en 0,0 para aquellos conductores con
problemas con la bebida. O circular únicamente sin pasajeros, sin
remolque, a una velocidad máxima determinada, solo por carreteras
secundarias...
Incluso
se puede limitar la conducción a un radio de 20 kilómetros (o la
cifra que se considere oportuna) alrededor de la vivienda del
propietario del carnet. “Las personas mayores acuden habitualmente
a los mismo lugares con su coche pero se despistan cuando salen de su
zona conocida. Con esta restricción se les permite ir al médico o
al supermercado”, explica Martín.
Según
los últimos datos de la DGT, el 67,7% de los conductores entre 65 y
70 años tiene en su carnet una restricción de este tipo. Una cifra
que se eleva hasta el 93,1% en la franja de edad que va de los 81
años a los 85. Las principales causas son incapacidad visual, mala
aptitud perceptivo-motora, incapacidad auditiva y enfermedades
metabólicas y endocrinas.
La
población mayor de 65 años con carnet de conducir ha crecido
notablemente en los últimos años.