Las
cifras relativas a los fallecidos son las peores desde 2012
Desde
el inicio de este año, los datos relativos a la siniestralidad vial
han aumentado en relación a años anteriores. De los ocho meses que
llevamos de 2016, en siete ha habido más fallecidos; el incremento
es importante, como los 22 adicionales de agosto que representan el
mayor repunte del año (26,5%). En total, las estadísticas hablan de
771 fallecidos desde enero, que suponen 72 más que el año anterior.
Este
dato es el peor desde 2012, y podría decirse lo mismo de las cifras
de este verano. Ya se han superado las cifras de los últimos años,
228 muertos entre julio y agosto que son únicamente cinco fallecidos
menos que en 2013.
El
año pasado agosto cerró el primer incremento de la siniestralidad
desde 2007. Pero la respuesta de la DGT fue desviar la atención
hablando de los resultados de Cataluña y del País Vasco, donde las
competencias de tráfico están transferidas, y de que el entorno
estaba “en contra de la seguridad vial” a causa de la antigüedad
del parque de vehículos y del incremento de los viajes.
Estos
datos se siguen manteniendo: en julio ha habido 2,5 millones más de
viajes y 12 millones desde enero. Además, la edad media de los
turismos en los que viajaban los fallecidos en accidente de tráfico
estaba alrededor de los 13,7 años.
Asimismo,
nadie habla de otros aspectos como el del mantenimiento de las
carreteras, concretamente de los 150.000 kilómetros de vías
secundarias que, en su mayoría, son responsabilidad de las
comunidades autónomas y las diputaciones. Ahí es donde se aglutinan
los desplazamientos con más peligrosidad del verano (nocturnos,
relacionados con el ocio y por itinerarios desconocidos) que en 2015
se cobró el 85% de los fallecidos en accidente durante la época
estival, cuando en un período cualquiera esta cifra no baja del 75%.
Desde
la DGT se aseguró que el descenso de la velocidad máxima a 90 km/h
“ayudaría a reducir la siniestralidad de forma indudable”, pero
esta medida no tiró hacia adelante a causa del Ejecutivo.
Pero
sí que fueron puestas en marcha algunas campañas, la última ha
sido la identificación y señalización de 300 tramos especialmente
peligrosos a causa de accidentes y fallecidos detectados entre 2010 y
2014 y que estaban relacionados con el exceso de velocidad; estos
tramos abarcan aproximadamente 9.000 kilómetros.
De
igual forma se reiteran las acciones de control de velocidad,
distracciones y consumo de alcohol y drogas, que son los grandes
temas relacionados con el factor humano.
Fuente:
elmundo.es