Cada año nos
encontramos con una sorpresa a la hora de renovar nuestros seguros de auto y
moto, con subidas y bajadas que a veces parecen aleatorias pero que a menudo no
lo son tanto.
En particular, los 2
parámetros principales que se miden para calcular la bonificación son el número
completo de años como titular de los seguros (hasta un máximo de 5) y el número
de siniestros con terceros y con culpa durante este periodo, independientemente
de cuándo hayan sido. Cabe destacar que durante los últimos años estamos
asistiendo a una mayor especialización de los seguros, de tal forma que el
periodo, el tipo de siniestros o la fecha de los siniestros puede también ser
relevante, aunque todavía es poco frecuente.
Atención, como hemos
dicho, es la experiencia como titular de seguros y no como conductor la que
define nuestro bonus/malus. Así, si un vehículo asegurado a nuestro nombre
sufre muchos siniestros con otros conductores, seremos nosotros y no los
culpables quienes paguen el pato.
En cualquier caso, por
muy buenos conductores que seamos, el bonus tiene un límite, que se suele
situar en un descuento de entre un 55 y un 60% sobre el precio estándar.
Así, un conductor con 5
años de seguros y sin accidentes en ese periodo puede tener la bonificación
máxima y no podrá esperar un precio más barato. Por el contrario, un conductor
con partes en los últimos 5 años o que sea titular de los seguros desde un periodo
menor a 5 años, verá cómo el precio de su seguro se reduce.
Se estima que más del
80% de titulares de seguros en España ya goza de una bonificación máxima,
entonces ¿Cómo evoluciona el precio de renovación en estos casos?
En
primer lugar, se sitúa la siniestralidad del conjunto del parque de vehículos
nacional. Cuando las
compañías se enfrentan a un mayor número de accidentes (conocido en el sector
como frecuencia), los precios tienden a subir. Por esa razón, la unión de las
políticas de tráfico y el periodo de recesión económico (con menor utilización
de los vehículos), han reducido la siniestralidad y por tanto los precios.
Ahora bien, la salida de la crisis ya está suponiendo unos mayores niveles de
tráfico, de consumo de combustible y pronto (esperamos equivocarnos) de número
de accidentes. En resumen, la buena situación económica subirá los costes de
las aseguradoras y traerá unos mayores precios del seguro tanto para nuevos
clientes como para las renovaciones.
En
segundo lugar, los tipos de interés y la rentabilidad de los mercados. Una parte importante de los
beneficios de las aseguradoras se logran invirtiendo el dinero que pagamos por
nuestros seguros. Es por esto que el hecho de que los mercados de renta
variable aumenten la rentabilidad hace que las aseguradoras ganen más dinero
con ello, y se puedan permitir el reducir los márgenes en el coste de los
seguros.
En
tercer lugar, los precios del baremo, que son las tablas en las que se establecen
las indemnizaciones por daños corporales. La última propuesta de actualización del baremo supone
un incremento del 9% en el coste medio. Puesto que las reclamaciones por RC
ascienden a un 8% de los siniestros, el impacto de los precios del baremo impactará
al alza, pero por un valor inferior al 1%.
En
cuarto lugar, el coste de las reparaciones, ya que más del 40% de los
siniestros se deben a daños propios.
Teniendo en cuenta que el precio medio del módulo (coste medio de reparación)
es de casi 600€, una subida del 3% en el precio de las reparaciones tienen un
impacto de 18€ directos (600 x 0,03) y de unos 7€ en todos los seguros (27 x
0,4). Este factor es difícil de estimar ya que depende del IPC, del convenio de
talleres de reparación de automóviles y de la evolución del precio de los
vehículos.
En
quinto lugar, la tecnología de los vehículos no sólo permite que se reduzca el
número de accidentes, sino también la gravedad de los mismos. Así, supone un impacto continuo a la
baja sobre el precio de los seguros.
En
sexto lugar, las coberturas adicionales de los seguros, habitualmente parecidas entre
compañías y que tienden a desaparecer o ser menos exclusivas cuando la
competencia del sector es más fuerte, como está sucediendo actualmente.
En
séptimo y último lugar, la mejora continua de operaciones y aprovisionamiento
de servicios, frecuentemente subcontratados, de las compañías aseguradoras permite dar un mejor servicio con un
menor coste, mejorando así la experiencia de usuario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario