El Informe sobre el Fraude al
Seguro Español 2011 presentado ayer por ICEA revela que el pasado año los
intentos de fraude volvieron a incrementarse: Aumentaron un 10,5% hasta los 130.959
casos investigados. Tras este aumento está la crisis, como lo demuestra el
hecho de que ha aumentado el número de fraudes no profesionales, como
simulaciones de robo o incendios de negocio. En total, esos intentos de fraude
habrían tenido un coste de 521,4 millones; sin embargo, finalmente las
aseguradoras sólo abonaron de esa cantidad 157,1 millones, por lo que la labor
de investigación ha permitido un ahorro de 364,2 millones, el 70% del total que
se habría pagado si no se hubiera detectado el fraude. Según ha destacado José
Antonio Sánchez, director general de ICEA, en esta labor de detección, han
tenido mucho que ver las redes sociales e Internet, instrumentos que se han
utilizado de forma masiva como vía de seguimiento e investigación de los siniestros.
El juego que están dando a las
aseguradoras las ‘indiscreciones’ en Internet de los defraudadores a la hora de
perseguir el fraude se ha puesto de manifiesto en algunos de los casos que han
sido premiados en el XVIII Concurso Detección de Fraude. Mirenchu del Valle,
secretaria general de Unespa, ha explicado que se han dado casos de personas
que han declarado lesiones que les imposibilitan para realizar acciones de la
vida cotidiana, y que luego aparecen en redes como Facebook haciendo todo tipo
de deportes de riesgo. Por ejemplo. Un caso premiado en el concurso fue el de
una joven que reclamaba una indemnización por resbalar con su moto en una
gasolinera, lo que le habría provocado una grave lesión de hombro, caída del
cabello, depresión…, y de la que se averiguó viendo las fotografías colgadas en
las redes sociales que en sus actividades profesionales y de ocio no tenía
limitación alguna: La ‘lesionada’ estaba participando en carreras de motos de
gran cilindrada.
Por ramos, 7 de cada 10 de los
intentos de fraude se produjeron en Autos. No obstante, Marta Rodríguez,
directora del Área de Formación de ICEA, ha explicado que su peso se está
reduciendo. La explicación no se encuentra en que disminuya el número de casos,
que sigue creciendo (95.312 casos frente a los 89.248 del año anterior), sino
en que se incrementa en otras modalidades en las que se está produciendo cada
vez una mayor detección, como en Vida. Por tipología de fraude en este ramo, la
ocultación de daño o preexistencia (27,8%), los siniestros simulados (23,4%) y
la reclamación desproporcionada (17,28%) son los más frecuentes. El 23% de los
intentos de fraude se produjeron en Diversos y RC general, y el 4% restante en
Vida, Accidentes y Salud.
Respecto a los importes medios se
observan dos tendencias. La cantidad de fraude evitado se mantiene en línea con
años anteriores, salvo en personales donde se ha producido una disminución del
importe medio del 37%: Autos 2.400 euros; Diversos 2.600; Personales: 9. 573; y
Otros Ramos 17.676. Y en caso del fraude intentado, se ha apreciado un aumento
de los superiores a 500 euros: 93.930 casos frente a los 82.157 de un año
antes.
La presentación del informe
concluyó con la entrega de los premios del Concurso Detección de Fraude que
ICEA organiza cada año con el objetivo de reconocer las mejores investigaciones
realizadas por los profesionales del seguro para detectar y descubrir los
intentos de fraude. Los premios a los mejores casos en Autos fueron para
Pelayo, Reale y de nuevo Pelayo, con el primer, segundo y tercer puesto,
respectivamente. En Diversos se lo llevaron Mapfre Familiar, Fiatc y AXA
Seguros. Y en Personales, Mapfre Familiar, Fiatc y Mapfre Vida.
También se premiaron a los
mejores tramitadores, verificadores técnicos, peritos, abogados, médicos,
investigadores y técnicos de investigación; y al reconocimiento de
participación, según los diferentes grupos de entidades clasificadas por su
volumen de primas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario