La dependencia es aquella
situación en la que una persona no puede valerse por sí misma. El aumento de la
esperanza de vida está generando un incremento progresivo de las personas
dependientes; a esta realidad debe añadirse la dependencia por razones de
enfermedad y otras causas de discapacidad o limitación. Por este motivo, las
leyes han incorporado un sistema de prestaciones públicas basadas en ayudas
para el cuidado de las personas que están en situación de dependencia. Por su
parte, la actividad aseguradora está desarrollando productos complementarios
adecuados a estas necesidades.
Este seguro garantiza una
indemnización en forma de renta, capital o prestación de un servicio siempre
que el asegurado se encuentre en situación de dependencia.
Legalmente, una persona es
dependiente cuando concurren los siguientes factores:
1) Existe una limitación física, psíquica o
intelectual.
2) Existe una incapacidad para
realizar las labores cotidianas por uno mismo.
3) Existe la necesidad de contar
con la asistencia de una tercera persona.
Por ejemplo, están en situación
de dependencia las siguientes personas:
- Aquellas que están en silla de
ruedas y que no necesitan ayuda para realizar algunas actividades como vestirse
o comer pero que precisan ayuda para superar determinadas barreras
arquitectónicas como cruzar un paso de peatones o subir a un autobús.
- Personas mayores enfermas que
dependen de sus familiares o de otros individuos para realizar cualquier
actividad de la vida cotidiana tales como asearse, levantarse, comer, etc.
- Personas que necesitan atención
y terapia adecuada a sus necesidades en momentos en los que sus familiares no
pueden hacerse cargo de ellas.
Sin embargo, el seguro de
dependencia tiene en la edad de contratación su principal limitación. No es una
póliza que pueda contratarse cuando se produce la situación de dependencia,
sino antes de que esta se produzca. Para ello, las principales compañías han
establecido un periodo de edad, que suele estar entre los 30 y los 70 años para
poder acceder a la póliza. Además, una vez contratado, la mayoría de las
aseguradoras ha fijado una edad máxima, sobre los 85 años, para poder
beneficiarse de su cobertura.
¡¡¡PÍDENOS PRESUPUESTO SIN COMPROMISO!!!
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